No sé si soy feminista en el sentido estricto del término. Nunca me han gustado las etiquetas. Pero me apena la absoluta falta de conocimiento con que algunas de mis congéneres se refieren al feminismo. 

Yo, que me considero sólo una mujer de este tiempo, no puedo dejar de expresar mi admiración, respeto y agradecimiento a esas maravillosas y locas antecesoras mías que un buen día decidieron que tenían que abandonar la comodidad de ser mujeres "normales" (o sea, bellos adornos de hogares regentados por el padre o el esposo) y salir a las calles a pedir derechos. No privilegios, ojo: derechos básicos que cualquier ser humano merece sólo por serlo.

Y les agradezco, locas del alma, porque si ustedes no hubieran existido, y peleado, y arriesgado, las mujeres hoy:

* No decidiríamos con quién casarnos, o no casarnos, sino nuestro padre, a cambio de una dote (o de un carnero, como todavía ocurre en algunas comunidades alejadas).

* No tendríamos derecho de ir a la universidad ni a educarnos, más que para las labores domésticas.

* No podríamos manejar nuestro dinero sin autorización de nuestros maridos.

* Tendríamos que dejar a criterio de nuestros esposos el tipo de educación que había que darle a nuestros hijos e hijas.

* No podríamos viajar a ningún lado sin la autorización de nuestros padres o maridos.

* Tendríamos que haber aceptado ser casadas a los quince años (es decir, la edad que antes se consideraba la adecuada para ser desfloradas) con algún desconocido que fuera conveniente para los intereses de la familia.

* Podríamos haber sido desfloradas por el señor feudal (o el equivalente moderno), porque podía hacer uso del "derecho de pernada" (googlea para que sepas lo que era eso).

* No podríamos votar por ninguna opción política.

* No podríamos participar como candidatas en ninguna elección, así fuera para regidora de un distrito.

* Si éramos asesinadas por nuestro esposo por ser infieles, eso era un atenuante para él, pero nunca en el caso contrario.

* No podríamos conversar con un hombre ni siquiera en un lugar público sin la presencia de una chaperona.

* Si éramos violadas, debíamos casarnos con nuestro violador para salvar el "honor de la familia" (y, según la ley peruana hasta hace unos añitos nomás, el que violaba a una mujer saldaba su "falta" desposando a la víctima).

* No podríamos elegir un oficio o una carrera, porque simplemente una mujer que trabajaba era mal vista.

* Ser madres solteras, porque serlo significaba no sólo el deshonor, sino que te situaba en el escalón más menospreciado de la sociedad.

* a mucho.Divorciarte, algo impensable, así tu marido te golpeara, te fuera infiel o te hiciera pasar hambre.

Muchas de estas cosas han ocurrido hasta hace muy poquito y para que hoy disfrutemos de nuestros derechos (que nos han llegado solos, únicamente por vivir en este siglo) muchas mujeres tuvieron que morir, ser golpeadas, ridiculizadas e incomprendidas por su entorno.

Por eso, no me pregunten si soy feminista. ¡Ya quisiera serlo! Me falta mucho.